Al tiempo que las primeras partículas comenzaron a circular con éxito el pasado miércoles en la máquina, un grupo de piratas informáticos griegos se introdujo en el sistema informático del LHC.
Sus objetivos no pasaban por dañar el sistema, sino por demostrar que la seguridad era realmente escasa. Dejaron entonces dos mensajes en la base datos del sistema: Llamaron ´"puñado de niños de escuela" a los responsables de los cortafuegos y avisaron de que "les bajamos los pantalones porque no queremos verlos salir corriendo del LHC cuando cunda el pánico".
Todo parece indicar que los controles no eran los adecuados al experimento más caro de la historia, ha costado más de 3.000 millones de euros, que debería dar pistas sobre el secreto mejor guardado del universo: cómo comenzó, por qué siguió la distribución que conocemos, qué materiales fueron los protagonistas del Big Bang.
Las precauciones necesarias porque el proyecto tiene sus propios enemigos. Son muchos los que, como el estadounidense Walter Wagner y el español Luis Sancho, han advertido que el experimento podría provocar la destrucción no sólo de la Tierra sino incluso del Universo entero.
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domingo, septiembre 14, 2008
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