Fontaneros, mecánicos y “manitas” en general tienen un enemigo común: el maldito sistema de ajuste de las llaves inglesas. Hay que girar una rueda con el dedo para apretar una tuerca, volver a girarla hacia el otro sentido para trabajar con un tornillo de distinto grosor… Y así sucesivamente, sin contar con los habituales desajustes que nos impiden trabajar con comodidad. La Black & Decker AAW100, en cambio, propone un único botón para ajustar la separación de las pinzas.
El botón tiene dos extremos: uno para separar las pinzas y otro para acercarlas. Manteniendo uno de los extremos pulsados, las pinzas se mueven continuamente, consiguiendo una separación máxima de 32 mm. Con pulsaciones cortas, damos pequeños saltos de un milímetro. Además, cuenta con una regla dibujada en la propia llave: por un lado en milímetros y por el otro en pulgadas. El colmo de la comodidad y la presición.
Un sistema que en buena lógica debería generalizarse durante los próximos años, pero que por el momento sólo hemos visto en este modelo de Black & Decker. Esta llave mide unos 20 cm de largo y funciona con dos pilas AAA, que proporcionan una duración de 650 ciclos. Es decir, puedes abrir o cerrar completamente la llave 650 veces antes de cambiar las pilas.
No es un producto que entre la temática habitual de este blog. Pero es uno de esos pequeños avances que aportan bastante comodidad, en la misma categoría que inventos como el post-it: sencillos pero efectivos.
Quien por su actividad profesional, por afición o simplemente por tener que hacer alguna chapucilla en casa de vez en cuando, sabrá a qué nos referimos. Y tampoco es un invento excesivamente caro: en amazon la tienen a unos 20 euros al cambio.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario